Nosotros psicólogos consideramos que una de las cosas más importantes a trabajar y
muchas veces más descuidada es la manera en la que nos relacionamos
con el mundo y con nosotros mismos. En ocasiones, por dificultades
que hemos tenido a lo largo de nuestra vida no hemos aprendido a cuidarnos,
a tratarnos bien lo que nos puede llevar a mantener relaciones tóxicas en el
trabajo, con amigos, con la pareja y con nosotros mismos comportándonos
como si fuésemos nuestro propio enemigo sin ser consciente de ello.
Todo ello hace que no podamos avanzar y reconocernos como las personas que queremos ser.
Cuando estamos ante una dificultad en nuestra vida, el miedo a que se perpetué
o a que vuelva a ocurrir algún acontecimiento que nos ha hecho sufrir, se acaba
convirtiendo en el centro de nuestra atención por la angustia que nos genera.
Esta focalización de la atención al contrario de lo que podríamos pensar genera
un incremento de nuestro problema e implica un descuido de otras áreas de nuestra
vida que pueden estar funcionando correctamente.
El hecho de acudir a un psicólogo profesional, implica el poder ubicar nuestro problema
donde corresponde y poder ser más eficaces con nuestra solución de las dificultades
que estemos teniendo y poder fortalecer el
resto de los ámbitos de nuestra vida que tienen un correcto funcionamiento.
De una cosa estamos seguros: si ha intentado solucionar sus problemas y sigue sintiendo
malestar, es que no esta dando el resultado deseado: ¡hay que probar nuevas soluciones!